jueves, 30 de abril de 2015

¿Que hago si mi familiar no se quiere rehabilitar?

"La recuperación de la familia del adicto es necesaria para poder sanar de manera integral todo el daño producido por la adicción en el sistema familiar" Dr. Lenin Torres García 

Es triste y desesperante ver la forma en la que nuestro familiar va destruyendo su vida a consecuencia del consumo de drogas, y más aun cuando rechazan la ayuda que se les puede ofrecer; al mismo tiempo, tanto la calidad de vida del enfermo como la de las personas que conviven a diario con el (ella), se va deteriorando. En este articulo proporcionaremos algunos consejos importantes que nos pueden ayudar a sobrellevar esta enfermedad. 


En muchos casos se puede llegar a pensar que el adicto es el único que sufre las consecuencias que trae consigo el consumo, sin embargo, casi nunca nos detenemos a pensar que los familiares son igualmente afectados. 

Algunas de las consecuencias que puede padecer el enfermo son: problemas de salud ya que la droga es capaz de alterar nuestro organismo, depresión, mala alimentación, falta de descanso (dormir), problemas laborales como bajo rendimiento y ausentismo, bajo rendimiento académico en caso de ser estudiantes, problemas con las autoridades, accidentes, y un sinnúmero de consecuencias que pudiéramos mencionar. 

A su vez, los "familiares de la persona adicta a menudo sufren de una condición conocida como codependencia. En muchos casos los pensamientos y las sensaciones de esposas, hijos y hermanos son controlados por el comportamiento y las emociones del adicto y esto causa la destrucción de la unidad familiar" (Torres, L. 2007). 



Del mismo modo, hay repercusiones en la salud del familiar, preocupaciones, presiones, agotamiento físico, desgaste emocional, bajo rendimiento en las actividades que realizan durante el día, insomnio, etc. 

Como podemos ver, al mismo tiempo que el adicto va enfermando, nosotros como familiares vamos enfermando junto con ellos. Ahora bien, suele pasar que el adicto aun no tenga consciencia de la enfermedad, y cuando le ofrecemos ayuda la rechaza y se rehúsa a asistir a terapia, o en su caso decide escaparse si se encuentra en algún centro de rehabilitación. Pero eso no quiere decir que nosotros no podamos hacer algo, al contrario tenemos que tener en cuenta que así como él o ella nosotros también necesitamos ayuda para aprender a sobrellevar la enfermedad. A continuación haremos mención de algunos consejos que debemos de tomar en cuenta como familiares de adictos para comenzar el proceso de recuperación: 
  • Acercarnos a grupos de autoayuda, por ejemplo "Familias anónimas" o también podemos pedir ayuda psicológica. 
  • Aunque suene un poco egoísta, debemos de pensar más en nosotros mismos, ya que por mas que nos preocupemos, nos desvelemos o dejemos de comer, no vamos a lograr que nuestro familiar se aleje de las drogas. 
  • Comenzar a poner limites y reglas en casa, y lo mas importante cumplirlos. 
  • Dejar que nuestro enfermo comience a sufrir sus consecuencias, es decir, debemos dejar de solucionar sus problemas. 
  • No premiar su actitud. 
  • Aprender a amar a nuestro familiar con responsabilidad. 
  • Dejar de facilitarle las cosas. 

Es importante mencionar que la recuperación de la familia se basa en cambiar la manera de pensar y de actuar, aprender a amar apropiadamente, aprender a identificar las distintas formas de manipulación y aprender a controlar nuestros sentimientos y emociones. 


Finalmente, es necesario decir que la familia es un factor importante en el tratamiento de rehabilitación del adicto, pero para poder ayudar verdaderamente al adicto, debemos comenzar por recuperarnos nosotros mismos. 

Referencias 
Torres, L. (2007). El adicto y la familia en recuperación. Recuperado el 29 de abril del 2015, desde: https://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/cecas/qro/anud43_adicto.pdf 


Te agradezco el haber visitado nuestro blog Ayuda psicológica en linea. No olvides que semana a semana seguiré publicando artículos relacionados con la psicología de las adicciones, para ayudarte a comprender el problema de las drogas. Contáctame vía correo electrónico: marthaleons22@gmail.com o mandanos tus comentarios y con gusto te atenderemos. 
Psic. Martha León 
Pachuca, Hgo. 


miércoles, 29 de abril de 2015

COMPRENDIENDO LAS ADICCIONES EN PRIMERA PERSONA






En primer lugar debo agradecer a mi amigo J.R. quien ha dedicado parte de su vida a orientar a personas con problemas de consumo de sustancias, por tomarse el tiempo de escribir unas líneas sobre su experiencia de vida y me permitiera usarla como ejemplos prácticos para ilustrar algunos aspectos.

El relato que aquí se presenta, tiende a mantener un hilo común en la evolución de todas las adicciones, por lo que las siguientes líneas trataremos de identificar aquellos aspectos que pueden tomar especial relevancia para la comprensión de las adicciones.

“Cuando comienzo con el consumo de drogas primero fue el alcohol y los cigarrillos a la edad de 14 años. En casa no tomaba ni fumaba pero mi madre me permitía ir a la fiestas, ahí tomaba y fumaba, creo que mi madre se daba cuenta pero solo decía que si me conseguía con un cigarrillo me pegaría
.
“A  los 15 ya tomaba los fines de semana y ya tenía llave de la casa, así que llegaba en la madrugada. Ella me reclamaba solo por el ruido que hacia cuando llegaba, más no se sentaba a hablar conmigo sobre lo malo del alcohol, luego ya no me decía nada se hacia la loca

“Cuando tenía 16 años, estando en casa de un amigo, conseguimos un kilo de cocaína y dinero que tenía guardado un tío de mi amigo que estaba preso, y fue cuando pruebo la coca y me quedo enganchado consumiéndola, ya antes había probado marihuana, pero no me gustaba.  Cuando llegue a casa después de haber fumado, ella pensó que yo estaba borracho, me formo un lío pero al poco tiempo quedo todo olvidado”.

·         El inicio del consumo, por lo general comienza con el uso de sustancias licitas como el alcohol y el tabaco. Es importante poner límites desde temprana edad y abordar el tema del consumo de cualquier tipo de sustancia en forma de discusiones participativas entre todos los miembros de la familia y no como una mera imposición jerárquica. El objetivo es que se pueda formar un criterio acerca de las sustancias que permita en este caso al adolescente tomar decisiones adecuadas a la hora de verse expuesto.

·         Es de vital importancia dar con el ejemplo y no tratar de predicar modos de actuar en los hijos que nosotros no somos capaces de replicar como familia ni como individuos. “Pedir aquello que no damos” resulta contraproducente a nivel de discurso y genera ideas del tipo “si él lo hace debe estar o si él lo hace con qué autoridad reclama”.

·         Dejar pasar una situación inadecuada refuerza la posibilidad de que esta se pueda repetir. Siempre deben abordarse las situaciones consideradas indeseables, sin importar cuanto sea necesario hacerlo. Las amenazas no funcionan la mayoría de las veces debido a que genera más que una conciencia sobre lo adecuado o no de llevar a cabo la acción, el perfeccionamiento de alternativas que evitan que la persona sea descubierta.

·     Nunca puede establecerse sanciones o tomarse acciones que impliquen a otra persona sin que queden claras las causas y las alternativas de comportamiento que debe tomar la persona para evitarlas.

·         El consumo de sustancias a temprana edad, normalmente no es una situación que se planifica con mucha anticipación, por lo común es la suma de circunstancias es donde existe la disponibilidad de la misma y una actitud positiva hacia el consumo. Por tanto, es de vital importancia que la familia se defina como:  una lugar donde es posible hablar con libertad de situaciones de toda índole, expresar emociones, respetar puntos de vista y donde  cada miembro pueda sentirse  parte fundamental de la misma tanto por lo que recibe como por lo que aporta. Hay que crear posiciones claras hacia el consumo de sustancias y sus consecuencias.

“Cuando me enganche con la coca comencé a dejar de ir a clase y ella solo peleaba conmigo, pero no me preguntaba el  ¿por qué? Al poco tiempo deje de estudiar y ella me ponía a hacer cursos o me buscaba trabajo con amigos de ella pero no enfrentaba el problema sabiendo que algo no estaba bien”.

“Así fue pasando el tiempo y me puse rebelde. Me metía en prob0lemas que mi madre solucionaba enviándome a casa de mi tía pero no hablaba de drogas ni de que me pasaba en realidad”.

·         El consumo de sustancias a medida que avanza, trae como consecuencia  que la persona entre en un espiral de abandono y/o pérdida de efectividad progresiva en la realización de actividades diarias y rutinarias que no sean compatibles con la acción de consumir. La  ruptura con los vínculos educativos, laborales y sociales son comunes y esperados, esto a su vez, disminuye los sistemas posibles de soporte y hace que la condición de consumo se haga más crónica.

·         Las dificultades del adicto están relacionadas con un mal manejo y expresión de emociones,  baja autoestima, carencia de límites, estrategias poco efectivas para el manejo de situaciones emocionales y/o sociales, baja tolerancia a la frustración, mal manejo de la ansiedad, efectos biológicos propios de cada una de las sustancias en el cuerpo, entre otras. Por tanto, el abordaje del mismo debe realizarse considerando el fenómeno como multifactorial, y no considerando de forma inocente, que la simple ocupación en otras actividades y la desvinculación del entorno negativo y de la rutina diaria, traerá como resultado la solución del problema. Aunque sea un elemento importante, por si sola y de forma desesperada puede volverse más en un agravante de la situación de consumo.

·     La negación es un elemento a vencer como paso inicial para colaborar en el proceso de rehabilitación. La mayoría de las veces se le atribuye solamente al adicto, sin embargo las personas que están a su alrededor también incurren en la utilización del mismo mecanismo. Muchas veces responde a temas asociados a la vergüenza social de tener un hijo adicto y las implicaciones de que amigos, familiares y comunidad se enteren, en otros casos, los pocos recursos emocionales o la carencia de estrategias de abordaje hacen que sea más sencillo creen que nada pasa.

“A los 21  años una vez, llegue a casa después de dos días de estar consumiendo y me acosté, aún tenía droga y seguí consumiéndola en el cuarto, cuando sentí que me faltaba la respiración me asuste y toque la puerta de su cuarto, en ese tiempo ella tenía una pareja, un gran hombre que me quería mucho y lo llame y le pedí la ayuda a él, le dije que no quería consumir más y que hablara con mi mama para ver donde me podían llevar”.

“Estando en tratamiento en la clínica consumía igual y luego de un tiempo manipule para no ir más. Como mi madre no le gustaba enfrentar la verdad que tenía un hijo adicto, se dejó manipular y abandone el tratamiento”.

·         El adicto es cambiante en las decisiones que toma. Si bien es capaz de reconocer en ciertos momentos los peligros en él o en otros y tener la voluntad y convicción de dejar de hacerlo, los efectos asociados a la abstinencia física y  a las variables psicológicas terminan generando la vuelta al consumo. Es de esperar que el proceso de dejar de consumir pase por constantes recaídas y cambios bruscos de discurso en el adicto. Es importante que quien  apoya al adicto, comprenda que esto puede suceder repetidas ocasiones, lo que le pemitirá aprender a manejar la situación de frustración tanto para el adicto como para la misma persona.

·         La manipulación, entendida como la ejecución de acciones de forma deliberada para influir en las opiniones o acciones de otras personas, es parte del día a día de los adictos. La prioridad es consumir, por lo que  se desarrolla la habilidad de engañar y de usar cualquier factor que esté a favor para obtener lo que se quiere. Las consecuencias de esta conducta varían, sin embargo la más común es la pérdida de credibilidad en el adicto. Esta es una de las consecuencias de mayor dificultad para manejar debido a que involucra una profunda frustración del que se siente manejado y la sensación de que nada de lo que se pueda decir es cierto. Lo anterior puede desencadenar en un abandono completo a toda causa de ayuda para el adicto. La manipulación deber ser tomada como parte del problema de consumo y por tanto manejada a través del dialogo y la contrastación constante con la congruencia de los hechos que se presentan y el discurso del adicto. No hay que confiar ciegamente pero tampoco hay que dejar de hacerlo.   

“Así paso el tiempo y me convertí en un vago, un delincuente, ya ella solo se hacia la loca. Hasta que en uno de mis  cumpleaños, unos amigos me invitaron a beber y a consumir.  Ese día amanecimos y luego que se acabó todo, dos de mis amigos me dijeron: -  mira hermano tu estas mal deberías de buscar ayuda porque la droga te tiene controlado -  y me preguntaron que si quería la ayuda y les dije que sí”.

“Nos fuimos cada quien a su casa me acosté y cuando me levante como a las 3 de la tarde estaba un amigo y mi hermana hablando en la sala. Nunca pensé que el fuera a hablar con mi familia. Mi madre también estaba en la casa pero en su cuarto. Me senté con mi hermana y mi amigo y hablamos del sitio donde me llevarían. Ese día mi hermana se lo comunicó a mi madre pero al día siguiente fui solo con mi hermana. Mi madre en casa no tocaba el tema. Ella solo cumplía con darme lo que necesitaba. Pienso que ella siempre le ha temido a ese tema por temor a la parte moral”.

·         Es común escuchar que los momentos de mayor motivación del adicto aparece luego de una fuerte "resaca" ya bien sea física o moral. Aparecen momentos de mayor claridad donde se experimentan los síntomas y consecuencias de una forma más consciente. Es importante tomar estas oportunidades para realizar un abordaje orientado a la búsqueda de ayuda profesional y contar al momento con una línea de acción clara y  no caer en la trampa de la  realización de promesas de abstinencia, búsqueda de trabajo y dejar de salir de la casa como solución única.

·         La empatía establecida con distintas personas puede marcar una gran diferencia a la hora de realizar un abordaje sobre el tema del consumo. No basta con sólo hablar y expresar el deseo de ayuda y recuperación al adicto, es importante que esta persona tenga una relación de respeto y conexión emocional con el mismo. El ser padre, madre o miembro de la familia y manifestar preocupación, no es una garantía de que sea escuchado y que tenga algún impacto.

 “Cuando ya me interne mi madre se involucró un poco más,  ya que conoció otros representantes que sí asumían que tenían adictos en la familia. Ella en ese tiempo cambió su manera de tratarme y ya me trataba con cariño, cosa que nunca lo hizo durante mi niñez, solo me dio lo material. Estando internado ella entendió algunas cosas de como manejase conmigo”

·         La posición de la familia muchas veces es lo más difícil, ya que aprender a confiar resulta complicado por el miedo a una nueva decepción. Sin embargo, en la medida que se ven avances y estos se mantienen a lo largo del tiempo, se restablece la esperanza y existe un mayor optimismo aunque con reservas, lo que beneficia al proceso de curación de las heridas de todas las partes.

·         La posibilidad de recibir ayuda terapéutica permite que las personas que están a su alrededor manejen de mejor forma el problema tanto a nivel personal como con la persona adicta. Si bien es decisión del adicto dejar o no de consumir, la familia debe aprender a manejar la alternativa que tome.

·         Es común que mientras  el adicto va haciendo conciencia de su enfermedad, identifica la presencia de patrones de comunicación poco efectivos y  de carencias de tipo afectivas entre ellos y sus familiares, por lo que el trabajo de las mismas, aunque no aseguran la recuperación, permiten un avance hacia el reconocimiento comportamientos que promueven el malestar y el sufrimiento intra e inter personal de las partes afectadas.

·         Aunque, es deseable que toda familia logre tener conciencia sobre su dinámica de funcionamiento (Roles, responsabilidades, expectativas, formas de pensar y de actuar, fortalezas y debilidades), el poder involucrarse  aunque sea con sus limitaciones, aportan al proceso de rehabilitación del adicto. Sin embargo hay que tener en cuenta que aunque la familia es un factor importante en el proceso, la comprensión y aceptación de las realidades  personales y relacionales del adicto luego de su desintoxicación,  son el factor de mayor peso para lograr la abstinencia.


Finalmente

“En mi caso particular yo he tenido que entender que hasta la fecha ella se niega a creer en por qué yo consumí drogas. Ella solo ha aceptado que ya yo no debería volver a consumir drogas ya que tengo tiempo sin consumir y ya tengo un hijo y que sería una sin vergüenza al recaer de nuevo. Pienso que me ha tocado duro porque he tenido que entender que el apoyo de muchos de mi  familia no tiene conciencia de la enfermedad de la adicción. Acá en mi casa no se toca ese tema pienso que mi madre piensa que eso ya paso y que no hay porque hablar de eso”.


“Por mi propia experiencia pienso que mientras más se involucre la familia en el tratamiento mayor será la contención que se le pueda dar al adicto”


Gracias por visita nuestro Blog "Ayuda Psicológica en Linea"  próximamente compartiré mas artículos sobre el tema de las adicciones y la familia.

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Lic. Fabian Giraud. Psicólogo, Madrid / España.

jueves, 16 de abril de 2015

Sustancias adictivas ¡más cerca de lo que pensamos!

"Sencillamente me convencí de que por algún misterioso motivo yo era invulnerable y no me engancharía. Pero la adicción no negocia y poco a poco se fue extendiendo dentro de mi como la niebla" Eric Clapton

Anteriormente conseguir una droga era complicado, pero es preocupante que en la actualidad la droga esté al alcance de todos y se pueda conseguir con tanta facilidad. Muchas veces no nos damos cuenta que dentro de nuestro hogar podemos tener sustancias adictivas que parecen inofensivas y en realidad no lo son. En el presente articulo, haremos mención sobre algunas de las sustancias que frecuentemente tenemos en casa y de las cuales no se tiene ningún control, con el objetivo de alertar a las personas que no tienen conocimiento de ello y prevenir alguna adicción.

Es bien sabido que hay distintos tipos de drogas como: el alcohol, el tabaco, la marihuana, la cocaína, el crack, el cristal, los inhalantes, etc. "Los inhalantes son sustancias volátiles que producen vapores químicos que se pueden inhalar para provocar un efecto psicoactivo o de alteración mental" "se encuentran entre las primeras drogas utilizadas por los niños más pequeños" (Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, 2005).


Desafortunadamente, este tipo de sustancias es de muy fácil adquisición, ya que por ser productos con fines domésticos e industriales, la mayoría de ellos se puede adquirir sin ningún tipo de restricción, a su vez, muchos de esos productos los tenemos en el hogar.

Cuando escuchamos hablar sobre inhalantes, la mayoría de las veces se nos viene a la mente el PVC, el cemento (resistol 5000) o el tinner; sin embargo, en casa también tenemos productos que entran dentro de esta clasificación, por ejemplo: productos en aerosol (desodorantes, fijadores para cabello, aceite vegetal), pintura, plumones de aceite, acetona, barniz, laca, pegamentos, gasolina, gas para encendedores, líquidos para lavado en seco, quita grasa, corrector liquido, entre muchos otros.


Para muchas personas, estos productos pueden ser una opción para conseguir sus fines (inhalarlas), pero por ningún motivo se deben de pasar por alto las consecuencias que esto pueda tener, entre las consecuencias a corto plazo se encuentran: euforia, somnolencia, deshinibición, aturdimiento, agitación, perdida de sensibilidad, estado de inconciencia, sensación de tambaleo, dolor de cabeza, vomito, mareos, etc. Algunos de los efectos a largo plazo son: perdida de peso, debilidad muscular, desorientación, falta de atención y coordinación, irritabilidad y depresión. Aunado a estas consecuencias, el abuso prolongado de estas sustancias puede provocar: asfixia, sofocación, convulsiones, estado de coma y la muerte.


Ante esta situación debemos de tener especial cuidado y control sobre estos productos, y estar alerta ante la presencia de algunos signos como:
  • Olor a químico en el aliento o en la ropa
  • Manchas de pintura en la cara, manos o ropa
  • Irritabilidad, depresión y falta de atención o coordinación
  • Nauseas o falta de apetito
  • Envases vacíos de algunos de estos productos
  • Tela o papel húmedo con olor a químico
  • Apariencia desordenada
  • Dificultad para hablar
Finalmente, es importante recordar que si se identifica el abuso de cualquier sustancia toxica, será el momento adecuado para buscar ayuda de profesionales.



Referencias

Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas ( 2005). Abuso de inhalantes. Series de reportes de investigación, 05-38188 (S). Recuperado el 15 de abril del 2015, desde: https://www.fq.uh.cu/descargas/inhalantes.pdf


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Psic. Martha León
Pachuca, Hgo.

martes, 7 de abril de 2015

Y tú ¿Qué opinas de la drogadicción?

"En este mundo traidornada es verdad ni mentira, todo es según el color, del cristal con que se mira"  Ramón de Campoamor 

La drogadicción es una problemática que genera mucha controversia en la sociedad, en donde, la gran mayoría de las personas tachan el hecho de que algunos individuos consuman drogas, y desafortunadamente también al propio adicto. El objetivo de este articulo es tratar de hacer reflexionar a la sociedad sobre su punto de vista hacia las personas adictas, ya que si cambiamos nuestra manera de ver las cosas, las cosas cambiaran. 

Si nos tomamos un segundo y analizamos lo que pensamos acerca de la drogadicción, muchos coincidirán en que el hecho de que alguien consuma drogas es un acto inaceptable, y con justa razón, puesto que el consumir drogas implica daños en la salud del individuo, donde se ve afectado su estado emocional, físico y social. 

Ahora bien, no por esto tenemos el derecho de juzgar a la persona que consume drogas. Es triste ver como algunos adictos sufren de discriminaciónagresiones, humillaciones, e incluso también son culpados por las cosas malas que suceden (robos, violaciones, riñas) y muchas veces son inocentes. 


Otras veces se les juzga de necios y egoístas, ya que provocan el sufrimiento de muchas de las personas que están a su alrededor. Todas estas situaciones también provocan sufrimiento al adicto, ya que esta presión social aunada a las consecuencias de su consumo, hacen que experimente depresión por no poder cambiar su situación, frustración por no poder dar los resultados que los demás esperan de el, estrés por no poder tener un trabajo o perdurar en el, etc.; emociones que se convierten en factores de riesgo para la recaída.

¿A donde se quiere llegar con esto? en primer lugar, debemos de hacer conciencia que por nada debemos de juzgar a las personas que padecen esta enfermedad (drogadicción), puesto que son seres humanos al igual que todos nosotros, con los mismos derechos que cualquier otra persona.


Lo que nos queda por hacer es: una vez que se tiene el conocimiento de que alguien consume drogasse debe procurar ofrecer ayuda y una vez que el adicto acepta la ayuda, se debe de buscar el apoyo de un profesional. Actualmente hay muchos lugares a donde acudir como: centros de rehabilitación avalados por el sector salud, donde se tiene el apoyo de médicos, psicólogos y psiquiatras, y se ofrece  tratamiento residencial (donde el adicto permanece por un periodo aproximado de tres meses)  y ambulatorio (entrada por salida). También hay grupos de autoayuda tanto para enfermos como para familiares (AA, familias anónimas, etc.); y psicólogos que pueden ayudar de manera particular a través de la terapia. 

También hay que tener en cuenta que muchas veces el adicto se propone dejar de consumir por si solo, y desafortunadamente muchos de los intentos son fallidos y mas aun si no se busca la ayuda apropiada, pero en ocasiones se ha logrado. 

La drogadicción no se debe de tomar a la ligera, ya que esta es una "enfermedad cerebral, crónica, recurrente que se caracteriza por la búsqueda compulsiva de drogas, a pesar de sus consecuencias perjudiciales, perdida de limites y un estado emocional negativo" (López, M. s/f). Y así como cualquier otra enfermedad necesita ser tratada.


Referencias 
López, M. (s/f). Neuropatología de la enfermedad de la adicción. Facultad de medicina. Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado el 7 de abril del 2015, desde: http://www.facmed.unam.mx/deptos/salud/adiccion/2012_1/neuropatologia.pdf 


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Psic. Martha León 
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¡Estoy muy agotada emocionalmente por mi trabajo! ¿que tengo? 😀

Estoy muy cansada, no del cuerpo, sino de la mente… no quiero ir más a trabajar. Mi jefe es insoportable y los dolores de cabeza y el inso...