Seguramente
alguna vez te has topado con alguien que le ponga demasiada atención a las
calorías de los alimentos que consume, algún familiar, conocido o si no es que
tú mismo...
Aunque suene contradictorio esto también puede
considerarse un trastorno alimentario, por muy sano que parezca, y puede que
pase mucho tiempo sin que lo
notemos debido a que las conductas son sanas a primera vista.
Sin embargo hay
que recordar que toda conducta obsesiva o exagerada tiende a crearnos un
problema en no muy largo plazo, es por ello que hay que tomarse las cosas con calma.
¿Qué es la
permarexia?
Aunque el término
permarexia todavía no es aceptado por la comunidad médica se utiliza para
describir el fenómeno que afecta a las personas que, al estar obsesionadas con
el sobrepeso y con el miedo a engordar se someten a dietas permanentes (de bajo
contenido calórico, ya que su principal obsesión son las calorías que aportan
los alimentos) y que podrían terminar padeciendo anorexia o bulimia en un
futuro más o menos cercano. Para un amplio porcentaje de la población, sobre
todo entre las mujeres, hacer dieta forma parte de su rutina, pero hay casos en
los que el deseo de adelgazar se convierte en una obsesión que puede hacer
peligrar la vida.
A diferencia de
la ortorexia estas personas no se preocupan solo de ingerir productos
saludable, si no que su atención se centra en el valor energético de los
alimentos. Además no llegan a extremos como dejar de comer o recurrir al
vómito, ni a la utilización de fármacos, diuréticos o laxantes, pero su
obsesión les lleva a serias descompensaciones en el organismo.
Pueden incluir en
su alimentación productos diuréticos, complementos vitamínicos e incluso fibra,
se conocen todas las dietas todos los productos milagro, intentan mantener un
ejercicio físico de nivel alto, para controlar el poder engordar, y piensan que
saben mucho de nutrición, son los expertos.
La principal
causa que lleva al desarrollo de esta obsesión por "vivir a dieta" es
el miedo a engordar, al aumento de peso, al sobrepeso y a la obesidad.
Los principales
síntomas de este grave problema, son:
- Preocupación constante por conocer y utilizar dietas de forma indiscriminada.
- Dejar de comer alimentos que son necesarios para el organismo, generalmente los carbohidratos y cuando no hay necesidad ni siquiera de restringirlos, ya que el peso de la persona es el adecuado o menor al deseado.
- Obsesión por las calorías que contienen los alimentos.
- Rebotes de yo-yo, constantes, por las subidas y bajadas permanentes de peso, que ocasionan fuertes desajustes en el sistema endocrino de la persona que pueden llevarla a complicaciones fatales.
Generalmente
afecta a mujeres de edad mediana, obsesionadas con el peso y los cambios
corporales propios de la edad, pero también se presenta en adolescentes.
Quienes lo padecen han probado todas las “dietas milagrosas” que encuentran en
revistas y publicaciones, sin lograr el peso deseado ni consultar con un
nutricionista.
Cuando pensamos en las calorías que nos proporcionan los
alimentos, creemos que son nuestras enemigas sobre todo si estamos tratando de
cuidar nuestro peso, sin embargo no es así.
Las Calorías son la unidad de medida que se usa para saber
la cantidad de energía que nos aportan los alimentos y son necesarias porque
nos proporcionan la energía que nuestro organismo requiere para funcionar
adecuadamente.
La energía es utilizada en nuestro organismo para poder
cumplir todas sus funciones, es decir, para que el corazón lata, el cerebro
funcione, podamos respirar, digerir los alimentos, y para poder realizar
actividad física, en resumen necesitamos consumir calorías para poder vivir.